Zonas erógenas
- Varios
- 3 jul 2019
- 2 Min. de lectura
Ofrecernos la posibilidad de aceptar y valorar nuestro cuerpo nos ayuda a experimentar nuevas sensaciones, permitiendo así poder ejercer con total plenitud y respeto nuestra sexualidad y amor propio . Conocerse ayuda a que la relación contigo misma o con tu pareja se convierta en algo natural y sin complejos. Y en el ámbito de sexualidad, tocar y acariciar todo el cuerpo (incluido los genitales) es una actividad que puede proporcionarte conocimiento sobre él, además de ser sano y beneficioso para ti.
Es por eso que te contamos todo acerca de las zonas de tu cuerpo (y el de tu pareja) a las que debes prestarles un poquito más de atención ;)
Pero, ¿Qué son las zonas erógenas?
Las zonas erógenas son áreas en el cuerpo que producen excitación sexual o que son sensibles a ella cuando son tocadas o acariciadas. Hay numerosas zonas erógenas distribuidas en todo el cuerpo que mujeres y hombres compartimos.
Tipos de zonas erógenas
Para comprender mejor el papel que tienen las zonas erógenas en la sexualidad y el placer es útil clasificarlas en tres tipos según su grado de sensibilidad:
Zonas erógenas primarias
Son las áreas del cuerpo más sensibles a la estimulación erótica. Son la boca, el ano, los labios, los genitales y los senos.
Zonas erógenas secundarias.
Son las áreas más receptivas al contacto erótico cuando aún no estamos muy excitados. Por ello, es bueno acariciarlas durante el juego sexual preliminar. Estas zonas son:
Lóbulo de la oreja
Base del cuello
Parte baja de la espalda (cerca del hueso sacro)
Curvatura de los glúteos
Parte interna de los muslos
Zonas erógenas terciarias.
Son los áreas del cuerpo que se vuelven receptivas al contacto erótico sólo cuando el nivel de excitación es alto. Estas zonas son:

Palma de las manos
Dedos de las manos
Punta de la nariz
Abertura de los oídos
Ombligo
Corvas (parte de atrás de las rodillas)
Planta del pie
Dedos de los pies
Recuerda que, NO siempre la estimulación de ciertas zonas erógenas produce placer. Cada persona puede tener mayor sensibilidad en unas zonas que en otras, de acuerdo a las características de su cuerpo, sus preferencias y su historia personal. Por eso es importante saber qué te gusta o disgusta, al igual que conocer qué le agrada o desagrada a tu pareja. La comunicación y práctica es la mejor vía para lograrlo.
Fuente: https://saba.com.mx/una-zona-erogena/
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